TEORÍA:
El
corazón está formado por una poderosa musculatura,formado por
numerosas arterias y capilares que aseguran el aporte de nutrientes y
oxígeno, para atender a su elevado consumo energético. Además de
la musculatura que forma sus paredes, el interior del corazón tiene
un pared muscular que lo divide en sentido longitudinal, así como
unas válvulas que aseguran el flujo correcto de la sangre, evitando
los retornos. Así, el corazón queda dividido en cuatro cavidades,
dos aurículas y dos ventrículos. Las venas traen la sangre a las
aurículas, de donde pasa a los ventrículos y de ellos sale por las
arterias.
El
músculo cardíaco impulsa la sangre mediante contracciones (sístole)
y relajaciones (diástole) alternas, que constituyen los latidos. En
reposo, entre 60 y 70 por minuto, llegando casi a triplicarse en un
ejercicio intenso. Los latidos del corazón son audibles, debido al
cierre de las válvulas que colaboran en el impulso de la sangre.
PROCEDIMIENTOS:
1.Colocamos
el corazón con la cara más plana hacia abajo.
2.Localizamos
después las dos venas cavas, que entran en la aurícula derecha y
las cuatro venas pulmonares que entran en la aurícula izquierda.
3.Lo
abrimos con el bisturí siguiendo la línea de separación de la
parte derecha e izquierda del corazón. Así abrimos primero el
ventrículo derecho y localizamos la salida de la arteria pulmonar, y
también vemos numerosas cuerdas tendinosas.
4.Después,
pasamos al ventrículo izquierdo, lo abrimos, y seguimos el mismo
procedimiento para encontrar la arteria aorta, en la que sí pudimos
observar la válvula sigmoidea aórtica.
En la próxima entrada colocaremos experiencias vividas y fotos de la práctica en el laboratorio.
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